24 de febrero de 2012

Apego seguro


La principal preocupación de los padres y madres es la felicidad de sus hijos e hijas. Así que cada vez más, en esta sociedad de la información, tenemos acceso a los mejores datos. Aunque en las universidades se esfuercen en que no tengamos en cuenta algunos de esos datos.

En la universidad aprendes las diferentes etapas de crecimiento y evolución de los bebés. Además aprendes los tipos de apego y sobre todo qué comportamiento maternal (o persona principal de apego) genera cada tipo de apego. Cuando un bebé recibe todo lo que necesita antes de tener un gran estres, cuando la mamá (o persona de apego principal) no es intrusiva, sino que sabe respetar las "ocuapaciones" del bebé. Por ejemplo, imagina que un bebé está "ocupado" descubriendo su pié. En ese momento llega la abuela y la mamá decide interrumpirle para que le muestre que ya dice "ajó". Ese es un ejemplo sencillo de no respetar los ritmos del bebé.

Lo más interesante es cuando te hablan de correlaciones. Y te dicen que el apego seguro correlaciona con los "mejores" resultados en la vida. Pero, después te enseñan métodos conductistas para educar a los niños, en dónde te explican como hacer lo contrario a lo que produce el apego seguro. Por ejemplo, hablan de métodos para dormir, que implican que el bebé se estrese profundamente, llorando sólo. Es decir, que la madre no responda a las necesidades del bebé. Yo invito a los profesionales relacionados con los niños a poner los datos juntos. Si es cierto, y la estadística así lo muestra, que el apego seguro correlaciona con los mejores resultados en la vida, ¿qué es lo que impulsa a los profesionales a aconsejar lo que conduce a otros tipos de apego?

Teresa García.
Psicóloga.