23 de marzo de 2012

Madre-bebé

Como psicóloga, terapeúta, y sobre todo como persona, estoy continuamente aprendiendo. Y es un tema muy interesante la relación madre-bebé, pero sobre todo cómo percibe el bebé algunas situaciones y emociones, que hasta el momento la ciencia no sabe explicar. Sin embargo los hechos las muestran y por lo tanto las tengo en cuenta.

Winnicott fue un psicólogo entrenado en psicoanálisis y trabajó con niños y niñas durante mucho tiempo. Uno de los casos que cuenta que atendió me permite desarrollar perplejidad. En 1920 estaba trabajando en Finlandia, en un hospital ortopédico. Allí atendió a un niño de unos siete años que había sido operado en varias ocasiones y que necesitaría varias operaciones más. El niño padecía una deformidad en los dedos de las manos y los piés, los tenía unidos. Durante la sesión le explicó que estaba dispuesto a todas las operaciones que fueran necesarias, pero que el necesitaba que le quisieran "antes de las operaciones". Que le quisieran con sus pies y manos "palmeados". Insistió bastante el peque en que le quisieran "tal como era".

Más tarde, la madre le contó que con cada bebé que nacía, ella pasaba el embarazo con miedo a que heredara la deformidad (la madre tenía las manos y piés así). Y que los demás hijos habían nacido bien, pero cuándo nació éste en particular y vio sus manos y piés le rechazó instantáneamente. Le odió mucho y pidió que lo retiraran de ella. Durante media hora o más tiempo no quiso verlo. Pero después pensó que con cirujía su hijo podría ser "normal" y por lo tanto empezó a quererlo. Así que le quería incluso más que a los otros hijos, pero después de convencerse de que su hijo sería normal con cirujía.

Al leer este caso, me parece interesante que el niño justo tuviera la necesidad de ser amado como era antes de las operaciones, porque justo eso es lo que su madre rechazó, pero él no tenía modo de saberlo; o tal vez sí, pero la ciencia aún no tiene avance suficiente para explicarlo...

Teresa García.
Psicóloga.